domingo, 24 de abril de 2011

Rosario Cartaya Baños

Rosario Cartaya Baños vuelve a visitarnos. Su intención es la de relatarnos lo que ocurre en el Centro Amigo de Cáritas, en Sevilla.
En esta visita, nos ha hecho comprender la labor de este centro de una forma más cercana a la vez anterior. Esto lo ha conseguido haciendo que tres compañeros se pusieran en el lugar de tres internos del centro. Lo consiguió mediante la lectura de los hechos que habían causado el deterioro, psíquico y físico, de estas personas y su posterior ingreso en el Centro Amigo.
 A medida que los compañeros iban leyendo las experiencias de estos internos, todos los presentes en la sala meditabamos sobre lo que les había ocurrido. Eran tres casos diferentes, pero todos acababan del mismo modo. Una familia desestructurada, la pérdida de un ser querido, malas compañías o una decayente situación económica entre otros muchos factores,  pueden ser los responsables de que se desencadenen situaciones límite que conllevan a: drogas, alcohol, ETS,...
Con la primera visita de Rosario, comprendimos la labor que ejercía esta institución. Pero con esta nueva actividad hemos podido comprobar las situaciones extremas que viven estas personas antes de su ingreso en el centro.
Estas personas son despojadas de su dignidad, y muchas de ellas la pierden desde muy jóvenes, incluso siendo niños. Pero estas personas pueden volver a reinsertarse en la sociedad, lo único que necesitan es confianza y apoyo por parte de los demás para así obtener aceptación y verse capacitados para recuperar una vida normal, la vida que les corresponde.
Todo interno en el Centro Amigo puede recuperarse si pone empeño, al menos parcialmente. Hay veces que la reinserción en la sociedad no puede darse de forma completa debido a los traumas que sufren estas personas, que de un modo u otro las inhiben, pero aun así experimentan un cambio radical  una vez en el centro.
Los cambios experimentados se dan en lo referente a la higiene, salud, conducta, valores... Vuelven a ser tratados como lo que son, personas.
Todo el mundo se merece una segunda oportunidad, con esfuerzo y trabajo se puede llegar a cualquier parte. Y si además del empeño que ponen estas personas, colaboramos los demás con ellos como voluntarios, la reinserción en la sociedad podrá ser mucho más rápida y completa.